Hace un tiempo os hablaba de qué era la rutina de sueño. Brevemente, os recuerdo que estas son un tiempo de conexión final para lanzar un mensaje claro al cerebro: es hora de ir a dormir. Y, además fomentar la energía necesaria para ello.
Por ello, hoy os traigo información más detallada sobre el momento concreto de la rutina pre-sueño:
- Fomentar un ambiente relajado.
- Una temperatura adecuada.
- Una luz tenue.
- Realizar la rutina a puerta cerrada en el dormitorio.
- Junto a la persona que acompaña esa noche a realizar dicha rutina.
- Entre 5 y 20 minutos según la edad de nuestro peque. Es decir, cuanto más bebé, la rutina será más breve, y cuanto más grande, la rutina será más larga.
- Ser constantes, haciéndola cada día igual o lo más parecida posible.
- Algunos ejemplos detallados para completarla son:
- Un proyector de luces, un hilo musical calmado, explicar un cuento, canción o historia, poner un difusor con lavanda u otros aceites esenciales (siempre aptos para niños).
¿Sabías que los aspectos anteriores fomentan que el cuerpo entienda que llega el momento de descansar y a regular la melatonina (hormona que produce nuestro cuerpo) de manera natural?



